El sábado 9 de mayo fuimos al pueblo de Adriá, Ripollet. Allí Adriá nos hizo una ruta por el pueblo, paseamos y vimos unas cuantas cosas, no muchas: el río Ripoll, la plaza de la iglesia, el polideportivo por fuera y luego comimos en un parque. Después de comer fuimos a casa de Adriá que era bastante grande, con dos pisos. Hicimos un poco de merienda y nos enseñó un dinosaurio que tiene y una maqueta de tren. Hubiera estado bien ir en verano porque nos podríamos haber bañado en la piscina municipal.
A las cinco de la tarde cogimos un bus que nos llevó de vuelta a Barcelona.
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